En forma permanente, los especialistas y analistas de la realidad, dan cuenta de cómo la irrupción y la expansión desmedida de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han modificado los paradigmas de acción de las personas en relación a las principales actividades e intereses conocidos desde tiempos remotos, generando nuevas atracciones y mandando al olvido a otras tantas actividades y elementos que en tiempos pasado eran de primera mano. Sin embargo, y a pesar de que este fenómeno parece haber arrasado con todo su paso, existen algunos ámbitos que parecen haber roto esta tendencia y que se han mantenido entre las preferencias de la humanidad aun por sobre estas modificaciones a las que hacíamos referencia. El ejemplo más claro de esta situación es el de las artes, un espacio histórico que sigue captando el interés de millones, generando que tantos las galerías de exposiciones como las propuestas de cursos de artes aplicadas sigan teniendo un éxito notable, convocando a miles en cada una de estas iniciativas.

En tiempos donde se asegura que la computadora, el Smartphone y la pantalla de televisión se han robado todo el tiempo de las personas, el caso del arte sigue siendo una muestra de que las personas continúan sintiendo esa atracción por obras de calidad, capaces de capturar la belleza y presentarla a través de diversos objetos creados con sus manos y su ingenio. En España, uno de los ejemplos más claros que podemos encontrar es el del arte gallego contemporáneo de autores consagrados, el cual se ha convertido en una de las preferencias del público de las exposiciones, las cuales superaron los 3.300 visitantes en los primeros seis meses del año. Estos números reflejan como el interés de los españoles por el arte en todas sus formas sigue vigente, y difícilmente se modifique más allá de la proliferación de aparatos tecnológicos y las alteraciones permanentes en lo que a comunicación audiovisual se refiere.

La tendencia respecto del arte, es similar cuando nos referimos a cursos e instancias de formación al respecto, espacios que siguen convocando a miles de jóvenes españoles que, ya sea por gusto personal o con la intención de dedicarse profesionalmente a la cuestión, se capacitan en la materia y acceden a los saberes más completos que abarcan desde la pre historia hasta la modernidad. Un ejemplo de esta realidad lo brinda el sistema de educación a distancia, que utiliza las nuevas tecnologías como vehículo para ofrecer cursos de artes aplicadas como instancias formativas tan válidas como las tradicionales, pero de más fácil acceso, menor costo y menor demanda de tiempo para ejecutarlas.